divendres, 28 de novembre del 2008


Red Eléctrica de España (REE) recuperará las infraestructuras que construyó en municipios aragoneses para la fallida línea de alta tensión Aragón-Cazaril y las empleará en la ejecución de nuevas subestaciones y líneas eléctricas, también de 440 kilovoltios, que se unirán por Lérida con la autopista eléctrica hacia Francia por el Pirineo catalán. Así se desprende el documento inicial que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha enviado a las administraciones, instituciones y personas afectadas por estas actuaciones en el proceso de consulta para realizar la evaluación de impacto ambiental. Hasta 76 municipios oscenses han recibido el citado documento.
La línea de alta tensión Aragón-Cazaril fue un fallido intento de REE por crear una autopista eléctrica entre España y Francia a través del valle de Gistaín, en el Pirineo aragonés. El Gobierno central autorizó su construcción en 1986, pero --con el impacto ambiental ya sobre la mesa-- la comunidad aragonesa se opuso frontalmente a la actuación, con múltiples movilizaciones. La oposición fue generalizada. De hecho, las Cortes de Aragón, entre 1993 y el 2003, aprobaron por unanimidad diferentes iniciativas que exigían que se descartara el proyecto. Finalmente, se paralizó a finales de los 90, con una buena parte de la estructura necesaria construida.
Las pilonas y torres de alta tensión que se ejecutaron en diversos municipios aragoneses han sido ocupadas durante estos años por las cigüeñas. Ahora, la empresa eléctrica pretende recuperarlas y aprovecharlas para construir nuevas líneas que reforzarían la conexión entre Aragón y Cataluña y enlazarían con la autopista por el Pirineo catalán.
Así lo han hecho saber representantes de REE a algunos ayuntamientos afectados por los nuevos proyectos. La semana pasada hubo un encuentro en este sentido en el Ayuntamiento de Monzón, en el que se comunicó a los responsables municipales la intención de la empresa de aprovechar las estructuras ya construidas para las nuevas líneas.
PRIMEROS TRÁMITES El pasado viernes llegó la documentación inicial de estas actuaciones a administraciones, instituciones y personas afectadas. Ese documento contiene varias actuaciones: una nueva subestación 400/220 kilovoltios en Monzón 2 y conexión con las líneas eléctricas a 220 kv Monzón-Mequinenza-Ribarroja y Monzón-El Grado; una nueva subestación 400/220 kv en Isona (Lérida) y conexión con la línea eléctrica a 400 kv Sallente-Calders-Sentmenat y con la línea eléctrica a 220 kv Pobla de Segur-Abrera-Pont de Suert-Rubí; una nueva línea eléctrica a 400 kv entre las subestaciones de Peñalba y Monzón; una nueva línea eléctrica a 400 kv entre las subestaciones de Monzón e Isona, y una nueva línea eléctrica a 220 kv entre las subestaciones de Monzón y Cinca.
De esta forma, quedaría conformado un eje que iría, en Aragón, de Peñalba a Monzón, desde este último municipio oscense hasta Isona, en Lérida, y de dicha localidad catalana a la infraestructura Sallent-Calders-Sentmenat. Desde este punto, según el proyecto aprobado por el Consejo de Ministros en febrero del año pasado, saldría una línea hacia Bescanó (en Gerona), origen de la interconexión eléctrica con francia por el Pirineo catalán (Bescanó-Santa Llogaia-frontera francesa).
La Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio de Industria ha solicitado a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que lleve a cabo la evaluación de impacto ambiental de estos proyectos. La cartera que dirige Elena Espinosa se ha dirigido a todos los afectados para iniciar el proceso previo de consultas.
En principio, la oposición a la línea Aragón-Cazaril surgió por su fuerte impacto en el Pirineo oscense, no por las estructuras que cruzaban las comarcas de Monegros o Cinca Medio. REE nunca ha renunciado, sin embargo, a una infraestructura por el centro del macizo. Los afectados tienen 30 días hábiles para responder a Medio Ambiente.
El documento ha llegado a más de un centenar de interesados
Hasta 106 organizaciones, instituciones y administraciones han recibido --o lo harán hoy mismo-- el documento inicial con el proyecto de Red Eléctrica Española para sus nuevas líneas de refuerzo de la conexión entre Aragón y Cataluña. Además de los 76 ayuntamientos oscenses, otros 14 consistorios de la provincia de Lérida se ven afectados. Igualmente, el proyecto se ha remitido desde el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino a las Subdelegaciones del Gobierno en Huesca y Lérida; a la Confederación Hidrográfica del Ebro; a tres direcciones generales del Gobierno de Cataluña; a las de Patrimonio Cultural y Energía y Minas de la DGA; al Instituto Aragonés de Gestión Ambiental y a seis organizaciones ecologistas.